Invertir en educación y formación es la clave para el futuro de nuestros jóvenes. Aprender un segundo o tercer idioma puede ser útil para conocer otros países, su gente y otras formas de vida, pero además puede permitirte estudiar, formarte o hacer voluntariado en el extranjero y mejorar tus perspectivas de encontrar un puesto de trabajo bien remunerado y que te llene. Los estudios realizados muestran que los adultos muy cualificados tienen el doble de probabilidades de encontrar empleo que los poco cualificados y casi el triple de posibilidades de que sus ingresos sean superiores a la media.

La crisis económica mundial ha dejado al descubierto fallos estructurales que tienen consecuencias graves para millones de personas. La tasa de desempleo juvenil es superior al 20 % en el conjunto de la UE y supera el 50 % en algunos Estados miembros. Pero la crisis no es la única causa del desempleo, al que también contribuyen un bajo nivel educativo y la falta de cualificaciones.

Alrededor del 20 % de los jóvenes de la UE no alcanza niveles mínimos de competencias básicas en lectura, matemáticas y ciencias. Seis millones de jóvenes abandonan el sistema de educación y formación habiendo completado únicamente el primer ciclo de enseñanza secundaria o ni siquiera eso. Es fácil imaginar los efectos de estas carencias: una encuesta reciente desveló que solo uno de cada dos adultos poco cualificados está empleado, mientras que la tasa de empleo de los adultos altamente cualificados es considerablemente superior. La UE se ha comprometido a ensanchar las mentes y multiplicar las oportunidades a través de su apoyo a la educación, la formación y la política de juventud.