A las 18 horas del día 23 de febrero, la Sala de la Tertulia Taurina en el 7º piso del Ateneo Mercantil de Valencia se llenó de público para la presentación de la novela La dehesa del Garroferal, obra de Nacho González Ors. Los tertulianos estuvieron acompañados por amigos y conocidos del autor.

Salvador Chapa saludó a los asistentes y en un breve parlamento presentó al autor, Nacho González Ors, alturano y abogado, y a Salvador Raga Navarro, licenciado en derecho, conferenciante, escritor, profesor y presidente de la Asociación Cultural "Via Vicentius Valentiae–Gogistes Valencians" y de la Fundación Vinatea Editorial.

Salvador Raga agradeció al público su asistencia y ensalzó la labor cultural que realiza el Ateneo Mercantil de Valencia antes de afirmar con palabras vehementes y sentidas la necesidad de que la sociedad civil tenga un papel activo, de que todos pongamos nuestros talentos al servicio de los necesitados. Muestra de esto son los proyectos solidarios que lleva a cabo la fundación en sus siete años de vida para asistir a las niñas de países como Indonesia y El Salvador, y a la población de Ucrania que sufre la guerra. El libro impreso que pervive a pesar de los augurios es una fuente primordial para hacer posible estos proyectos.

Nacho González Ors agradeció a la Tertulia Taurina del Ateneo Mercantil de Valencia y en especial a Paco Roger la oportunidad de presentar su novela, y empezó su disertación con el calendario festivo de Altura desde San Antón hasta San Miguel en el que las celebraciones no se entienden sin los toros suministrados por ganaderías como E. Garrofa, C. Gil y Hermanos Benet. En la Comunidad Valenciana hay censadas 75 ganaderías con 8600 reses, cifras que en toda España se convierten en 800 y 1800.00 animales, respectivamente. Estas ganaderías desempeñan una labor fundamental en la conservación y cuidado de la especie y del medio en el que vive.

Nacho escribe por el ansia de crear cosas bellas. Entiende la lectura como una acción placentera que entretiene y hace al lector protagonista de un viaje al tiempo que da acceso a la cultura. La literatura realista del siglo XIX le interesa más que las líneas temáticas de la literatura contemporánea, y con este enfoque hace protagonista de la novela a la sociedad rural de la segunda mitad del siglo pasado a través de las celebraciones taurinas populares.

Frente a los que niegan, rechazan y desprestigian a la tauromaquia, en sus modalidades de lidia en plaza y de festejos populares, como algo anacrónico alejado de la cultura, el autor destacó como objetivo de la novela y de sus palabras la integración sin fisuras de tauromaquia y cultura, afirmación que apoyó con la lectura de los tres primeros artículos de la ley 18/2013 que regula la tauromaquia como patrimonio cultural, y de la exposición de motivos del decreto 31/2015, regulador de los festejos taurinos en la Comunidad Valenciana.

Nacho trazó una rápida síntesis de la presencia del toro en la historia de la civilización desde Creta y Roma hasta la actualidad. Si África tiene el león como símbolo y Asia el tigre, en Europa es el toro y su antepasado el uro. En las justas medievales el caballero alanceaba toros asistido por sus criados. Los grabados de Goya muestran el desorden informal de los festejos taurinos, ordenados en el siglo XIX con los tratados de Paquiro y Cuchares, por una parte, y con los reglamentos que se remontan a 1847, por otra.

La reglamentación disoció a los toreros profesionales de los aficionados que a partir de entonces organizan festejos populares en el campo, las plazas y las calles al margen de la reglamentación. Los recortes, recreación de los juegos minoicos, se han integrado en las grandes ferias.

La novela nos cuenta la vida de Germán y el novillo Matildo, describe la realidad de los festejos populares, la relación de los aficionados con el toro y las duras tareas de las ganaderías que conservan la cabaña brava. El hecho de que la trama argumental se desarrolle en dos tiempos (1982 y 1986) permite ampliar y enriquecer su desarrollo.

Esta amena disertación fue premiada con una gran ovación de los asistentes, cuyas preguntas se dedicaron en su gran mayoría a la situación actual de los festejos populares con especial hincapié en el toro embolado.

Nicasio Jiménez destacó a continuación el lujo de haber tenido un mano a mano especial entre Salvador Raga y Nacho González, alabó su facilidad y frescura de palabra, agradeció la asistencia y el interés del público muy atento a las intervenciones de ambos, y destacó la labor solidaria como recompensa que obtienen tanto el autor como el editor.

Tras la firma de ejemplares, Salvador y Nacho acompañaron a los tertulianos en una conversación abierta e informal en la que se aludió a asuntos taurinos como:

  • La retirada de Pablo Hermoso de Mendoza.
  • La ausencia de Rafaelillo en las grandes ferias.
  • La reconciliación de Manuel Benítez y Manuel Díaz.
  • El peso del capote a la hora de realizar lances como la "revolera".
  • La gran importancia e interés de la exposición de indumentaria taurina organizada por el Museo Taurino de la Diputación de Valencia en el Ateneo Mercantil que va a estar abierta hasta el martes 28 de febrero, etc.

Asimismo, en esta charla informal se hizo especial mención a las características de los festejos populares que, tras unos años de bajón, se han recuperado, y que han evolucionado a un mejor trato y respeto hacia el toro. Se trata del mismo animal, admirado en la calle y en la plaza, en el que deben converger la afición y los intereses de todos los taurinos. También se trató del importante mercado que tienen las ganaderías, especialmente las locales como Machancoses, Germán Vidal y La Paloma, en los festejos de bous al carrer.

A las 20 horas acabó una tertulia extraordinaria con intervenciones muy interesantes y dignas de recuerdo. Los tertulianos se despidieron hasta la próxima tertulia taurina que será el jueves 2 de marzo, en el horario habitual de invierno.

Salvador Chapa

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