Al Rey Jaume I no se le conoce ninguna gran batalla y aún así conquistó grandes territorios a los musulmanes. Ése fue el mayor mérito de un gran estratega, su mayor genialidad fue conquistar nuevos territorios y reinos y crear un imperio sin dar una gran batalla con miles de hombres en acción. Jesús de Salvador fue claro en su exposición, el rey Jaume I fue un adelantado a su tiempo, un militar disfrazado de rey, ya que el Conqueridor aplicó estrategias propias de la II Guerra Mundial o guerras asimétricas como las que Estados Unidos libró en Afganistán o Irak e incluso echó mano de la guerra psicológica. Fue pionero en las acciones conjuntas por tierra y mar en su liberación de Burriana. "Además de rey excepcional, jurista y codificador de primer orden, y creador en la práctica de la Corona de Aragón, tras su conquista de Mallorca y su creación del Reino de Valencia, Jaume I fue un estratega excepcional", destacó Jesús de Salvador.

El Rey Jaume I no atacaba directamente al enermigo, con batallas donde había gran cantidad de bajas, su estrategia era doblegar a su oponente con el mínimo esfuerzo y el menor coste de vidas, así en vez de luchar contra castillos, torres y posiciones fuertes, Jaume I busca anular los centros logísticos, de comunicación y decisión, que son las ciudades. Es la 'Guerra Relámpago' de la II Guerra Mundial. Así fue como Jaume I tomó Morella, Peñíscola y luego Burriana antes de conquistar Valencia.

Es curioso que la Alemania nazi usara estrategias de Jaume I para la invasión de Francia. Jesús de Salvador fue claro: "El Plan Von Manstein de los alemanes consistió en presionar por el norte a los Países Bajos para atraer a las fuerzas occidentales hasta Bélgica y cortar por la ciudad francesa de Sedán para llegar hasta el mar. Jaume I hizo lo mismo para que Valencia cayera en sus manos: no atacó directamente la línea Maginot de los musulmanes, sino que presionó en el norte con las conquistas de Morella o Peñíscola y después cortó por Burriana para que cayera todo el norte, desconectándolo de su centro de poder que era Valencia, sin tener que derramar mucha sangre". Jaume I siempre asfixiaba al enemigo mediante presión logística y pactos políticos. Pretendía acuerdos y la capitulzación para evitar el combate y las masacres. Así cayó Valencia. Buscaba el asedio por agotamiento.

Lucha en las montañas de Mallorca, Menorca y Valencia

En la conquista de Mallorca y de Menorca, Jesús de Salvador destacó que Jaume I fue muy avispado y por eso pudo anexionar las islas a la Corona de Aragón. Allí realizó estrategias militares modernas, adelantadas a su tiempo. Recuerda su lucha contra los muyahidines en las montañas de Mallorca a lo que los generales americanos Petraeus y McChrystal realizaron en Iral y Afganistán. "Al igual que los combates en las montañas de Afganistán de los EEUU hace unos años, Jaume I tuvo sus combates contra los muyahidines en las montañas de Mallorca y después en Valencia. No buscó el exterminio del enemigo y utilizó la caballería. Jaume I no envió grandes contingentes de tropas, en cambio envió patrullas de caballería, unidades ligeras muy rápidas y flexibles que permiten responder con rapidez a la insurgencia en la montaña", destacó.

Otro ejemplo de lo gran estratega que fue el rey Jaume I es como logró la capitulación de Menorca con un engaño, ya que la logró con menos de 100 hombres; "montó un campamento real llenando toda la ladera del monte de hogueras como si todo el Ejército hubiera ido a acompañar al rey. Los musulmanes de Menorca se sometieron al vasallaje de Jaume I sin necesidad de desplazar tropas ni combatir", finalizó.

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