En la tercera tertulia de este nuevo Ciclo llegó contó la historia de los dos Templos de Jerusalén. El primero fue construido en el siglo X a.C. por Salomón. Después de su destrucción por Nabucodonosor y a la vuelta del destierro de Babilonia los judíos construyen un segundo Templo. Con la llegada de Herodes el Grande al trono de Judea en el año 40 a.de C, Jerusalén se transforma en una ciudad de palacios y edificios al estilo romano. Herodes engrandece el Templo y construye una grandiosa explanada objeto de admiración de todo el mundo antiguo.

El Templo de Jerusalén constituye el centro de la vida de los judíos. En el año 70 las legiones romanas mandadas por Tito destruyen Jerusalén y su Templo; es el fin de la nación judía y comienzo de la diáspora de los hebreos. En esta tertulia se explica la simbología del Templo de Jereusalem o el Templo de Salomón: fue el santuario principal del pueblo de Israel y contenía en su interior el Arca de la Alianza, el candelabro de los siete brazos y demás utensilios empleados para llevar a cabo el culto hebraico en tiempos de la Edad Antigua.

Este primer templo estaba en la explanada del monte Moriá, donde hoy en día están la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa. Como se indicaba antes, el primer Templo fue construido por el rey Salomón para sustituir al Tabernáculo como único centro de culto para el pueblo judío. Fue saqueado por el faraón Sisac en 925 a. C. y destruido por los babilonios durante el segundo asedio de Nabucodonosor II a Jerusalén en 587 a. C.

Mientras que el Segundo Templo, mucho más modesto, fue completado por Zorobabel en 515 a. C. y consagrado. Tras las incursiones paganas de los seleúcidas, fue vuelto a consagrar por Judas Macabeo en 165 a. C.2 Reconstruido y ampliado por Herodes, el Templo fue a su vez destruido por las tropas romanas al mando de Tito en el año 70, en el Sitio de Jerusalén, durante la revuelta de los zelotes. Su principal vestigio es el Muro de las Lamentaciones, también conocido como Kotel o Muro Occidental. La escatología hebrea establece que el Tercer Templo de Jerusalén será reconstruido con el advenimiento del mesías del judaísmo.