Inicio/Ciclos y Conferencias/Ciclo Historia de la Pintura Valenciana/Nueva entrega del Ciclo Historia de la Pintura Valenciana: El Academicismo
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Llega una nueva entrega de la Historia de la Pintura Valenciana, con el Academicismo valenciano, de la mano del Catedrático de Física de Universidad de Valencia, D. AMANDO GARCÍA RODRÍGUEZ. Tras el Gótico, el Renaciniento y el Barraco llega esta nueva tertulia de un ciclo que está teniendo una gran acogida por parte del público. En Valencia la entrada en el nuevo siglo, s. XVIII, no supuso una ruptura con la tradición anterior, sino una continuación; la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, creada en 1768, determina el cambio de gusto en las artes locales, tendentes a un clasicismo de raiz barroca.

Las personalidades más señaladas del ambiente académico como José Vergara, Manuel Monfort, José Camarón, Vicente Marzo, Vicente López o Mariano Salvador Maella serán quienes, junto a otros artistas, se encarguen de formar a los pintores, arquitectos, escultores y grabadores, de los que el Museo conserva una excelente colección, fruto de su actividad en la Academia como alumnos, pensionados o profesores.

Por otra parte, la recuperación económica favorecerá la presencia cada vez mayor de una burguesía de industriales y comerciantes, que quieren evidenciarse socialmente. Este hecho, junto al declive monopolístico de la Iglesia como único cliente, serán dos factores determinantes del cambio de gusto y, por tanto, de los géneros llevados a la pintura, como: el retrato burgués, el bodegón, los paisajes, los temas clásicos, generalmente de carácter histórico o mitológico, y los asuntos de carácter popular.

En primer lugar hay que reseñar la figura de José Vergara, padre y fundador de la Academia valenciana, cuya pintura refleja el gusto por las composiciones elegantes y amaneradas del mundo rococó, como el Retrato de Carlos IV, o la dulzura y sensibilidad con que aborda los temas religiosos en El Niño Jesús entre los Santos Juanes niños o la Sagrada Familia, en los que consigue transmitir un sentimiento más devoto.

Otros pintores de este momento serán: José Camarón, dotado de una gran versatilidad para la pintura y el dibujo, desarrolla un arte caracterizado por el buen gusto neoclásico y un cierto recuerdo rococó en el colorido y la composición, como lo demuestra en su Arcángel San Gabriel; el que más tarde llegó a ser Director de la Academia de Bellas Artes de San Carlos en México, Rafael Ximeno y Planes, con un interesante San Sebastián, copia de la obra perdida de Ticiano, interpretado bajo la serenidad neoclásica; el fiel admirador de Mengs, Mariano Salvador Maella, que trabajó para el rey, con obras como Inmaculada, en la que rinde homenaje a Murillo; y Agustín Esteve Marqués, con un Manuel Godoy, fundador del Instituto Pestalozzi, en el que la influencia de Goya es más que evidente.

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