Blasco Ibáñez cuando era estudiante ya participó en diversas acciones de agitación republicana y anticlerical. Formó parte de la Logia Unión n.º 14 de Valencia y posteriormente de la logia Acacia n.º 25. Comienza a implicarse en la vida política de Valencia al asistir a las reuniones que el Partido Republicano Federal organizaba en el casino de las Juventudes Federales. En sus primeras intervenciones en público descubre que está dotado de un tremendo poder de persuasión. Su oratoria es certera, capaz de enardecer al auditorio y entusiasmar a las gentes.

Desde su vuelta de París en 1892 y hasta 1905 se dedica enteramente a la política, convirtiéndose en poco tiempo en el político más popular de Valencia, y en el más temido por su capacidad de arrastrar a la gente. Blasco vive intensamente la política, se patea los barrios de la ciudad y los pueblos de la provincia dando mítines, escribe diariamente en el periódico, es elegido diputado a Cortes en siete legislaturas. Entre los años 1898 y 1907, ocupó escaño en el Congreso de los Diputados representando al partido republicano denominado Unión Republicana, entre el republicanismo unitario y el federalista. Más tarde, en 1909, se formó un partido independiente en Valencia con el nombre de Partido de Unión Republicana Autonomista (PURA).

En su actividad política, caracterizada por su oposición a la monarquía y por sus ideales republicanos. Al mismo tiempo organizó y lideró en Valencia un movimiento de masas, al estilo de los que comenzaban a implantarse en Europa, cuyas bases eran el nuevo proletariado industrial y el antiguo artesanado. Así se configuró un movimiento político que ha sido denominado blasquismo. El movimiento fue hegemónico en la ciudad de Valencia y ganador de todas las elecciones entre 1898 y 1933.

En la tertulia intrviene D. Fernando Millán Sánchez, escritor y profesor de Historia y Vicepresidente 1º de la Asociación Vicente Blasco Ibáñez. Miércoles 30 de noviembre a las 19:00 horas en el Salón Sorolla.