El bodegón es una representación de objetos inanimados, también se le llama naturaleza muerta. Estos objetos pueden ser frutas, vegetales, flores, animales muertos... También pueden ser la representación de vasos, platos con comida, utensilios domésticos, floreros, libros e instrumentos musicales. Los bodegones aparecieron en el tiempo de Grecia clásica 500-400 aC, También se hicieron algunos en el Renacimiento, pero recién en el siglo XVII en Holanda empezó a ser un género de pintura. Los principales artistas que empezaron este género fueron Pieter Claesz, Willem Claesz, Georg Flegel y Willem Kalf.

Vanitas es un tipo de bodegón que viene a ser una alegoría, los objetos representados simbolizan que las posesiones materiales son temporales. Son comunes que los objetos encontrados en estos cuadros sean calaveras, relojes, flores, dinero, relojes de arena, frutas, joyas y velas.

Otro tipo de bodegón es la representación de los cinco sentidos. El cuadro de Lubin Gaugin, Naturaleza Muerta con Tablero de Ajedrez, es típica de esta clase de bodegón. El vino y el pan representan el sentido del gusto, las flores  representan  el olfato, el espejo oscuro al lado derecho, representa la visión, el tablero de ajedrez y las cartas, representan el tacto y el mandolín y la escritura de notas representan el sentido de audición.

En los bodegones puede haber figuras humanas. Si la intención del artista en hacer un retrato y un bodegón a la vez como lo hizo Botero en su obra, Picnic. Otro ejemplo seria Desayuno Sobre la Hierba de Eduard Manet, que hizo unos retratos, un bodegón y un paisaje y todo se complementa.

En España, los primeros ejemplos de naturalezas muertas que podemos encontrar y que se acercan a su definición de bodegón, podemos encontrarlos en la antesala capitular de la Catedral de Toledo, donde en 1511 varios oficiales del pintor Juan de Borgoña pintaron unos frescos con decoración cuatrocentista y unos grandes jarrones con claveles dentro de nichos fingidos que presiden la composición.

Las 'Salas de las frutas' en la Alhambra, frescos enmarcados en octógonos en los que se encontran frutos secos, frutas, flores y hortalizas propias de tierras granadinas como almendras, granadas o berenjenas. Es la primera serie de bodegones españoles. En el siglo XVI y XVII se siguieron decorando claustros, techos y marcos de escenas naturalistas.

Aunque la verdadera representación de alimentos, flores y objetos en obras pictóricas en clave de bodegón se dieron a través de su inserción en pinturas religiosas. La pintura flamenca fue un estímulo en los artistas españoles durante la segunda mitad del s. XVI. El detalle, el simbolismo y las escenas de mercado y carnicerías tuvo una gran acogida en andalucía y en tierras castellanas con Juan Correa de Vivar y Blas de Prado. Hay ootros famosos retratistas de corte como Pantoja de la Cruz o los primitivos bodegonistas españoles como Sánchez Cotán y Van der Hamen.

El bodegón español del siglo XVII se caracteriza por su austeridad, sobriedad y formalidad. Triunfan las composiciones simétricas, en las que se destaca número limitado de alimentos sobre sencillos plintos y bajo una fuerte luz sobre fondo oscuro. Aunque observemos cierta austeridad de formato, los alimentos se muestran apetitosos y ciertamente tentadores para los espectadores, que lo entendían como una celebración de los sencillos placeres de la vida.

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