El Ateneo Mercantil de Valencia vuelve a hacer viajes tras el parón por la pandemia de la Covid19. Un grupo de 36 personas viajaron hasta La Mancha con un autobús y la primera parada fue Alarcón, que se alza imponente en un peñasco en una pronunciada hoz del Júcar sobre la llanura y la brecha del valle. Los árabes levantaron la primera fortaleza y es de su lengua de donde proviene el topónimo.

Destacar las entradas al recinto amurallado que se conservan como la Puerta del Campo, la Puerta del Calabozo o la Puerta del bodegón. El castillo conserva parte de su aroma musulmán pero sus posteriores reformas nos imbuyen de medievo que corrige, tras la reconquista, su estructura. Entre sus torres y sus defensas destaca la Torre del Homenaje. El castillo, convertido en Parador, proporciona albergue.

Dentro de la villa, los socios ateneístas encontraron una nutrida representación de casi todo el arte español. Fueron obligadas las visitas a la iglesia de Santo Domingo de Silos, la imponente Iglesia de Santa María y las Pinturas Murales de Jesús Mateo en la Iglesia de San Juan Bautista. Además, pudieron degustar una excelente comida en el castillo-parador.

Esa misma tarde viajaron a Belmonte donde durmieron en el hotel de 4* Del Infante Don Juan Manuel. En Belmonte destaca su castillo y la iglesia de la Colegiata. El Castillo con su exterior pentagonal extiende sus brazos de murallas hacia la población, cilindros de piedra flaquean sus vértices y le otorgan su soberbia planta castellana. En el interior nos sorprende con el esquema triangular de su patio de armas. Sus cubiertas interiores repletas de artesonados mudéjares vuelven a atraparnos en su belleza que se agranda en la decoración gótica de sus chimeneas.

El abrazo de las murallas se abre en sus cinco puertas de las cuales tres siguen siendo de acceso a la población. La puerta de San Juan, Chinchilla, Almudí, la de Toledo y la Puerta Nueva. Este pequeño municipio ha tenido un papel importante y significativo en el mundo del cine. Aquí se rodó el torneo a caballo de Rodrigo Díaz de Vivar en la película de El Cid, la película El crimen de Cuenca, de la directora Pilar Miró o El Caballero Don Quijote, protagonizada por Carlos Iglesias y Juan Luis Galiardo en el verano del 2000.

Por último, visitaron Mota del Cuervo y sus molinos. Mota del Cuervo, sobre nombrada El balcón de La Mancha por su situación sobre una loma y sus molinos que se yerguen sobre el cerro. Cruce de caminos, lugar de artesanía, campos de agricultura, enclave histórico de señoríos…

Destaca también el Convento de los Trinitarios, la iglesia de San Miguel o las ermitas de Santa Ana, Nuestra Señora del Valle o de Manjavacas. Dentro de la arquitectura industrial el barrio de las cantarerías refleja la actividad y la tradición alfarera, que es uno de los atractivos de la villa. El Pozo de las Nieves, bien conservado en las afueras del pueblo.

Pero si hay una imagen que prevalece de Mota del Cuervo es el conjunto de los molinos de viento que sobre el cerro vigilan la llanura y que merecen paseo, visita y atención aparte. A los socios del Ateneo Mercantil les hicieron una demostracion de cómo se molía el grano. Y cabe destacar que este grupo de ateneístas fueron la primera vista que recibía el pueblo de un grupo cultural tras la pandemia de la Covid19. Como siempre cabe destacar la amistad entre los socios porque son todos conocidos, grupo familiar.

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