La termografía siempre ha medido la emisión calor y la radiación infrarroja que emite un objeto o una persona, mediante una camara sensible al infrarrojo y la transformación de este registro en un mapa de temperaturas de la superficie de dicho objeto, obteniendo una visión artificial del calo emitido en una imagen en pseudocolor. La termografía tiene muchas aplicaciones en distintos campos como la industria, edificación, circuitos electrónicos,  pero también tiene aplicabilidad en el campo médico y deportivo ya que ofrece información de la temperatura de la piel y por lo tanto permite la monitorización de funciones fisiológicas que se reflejan en variaciones de esta temperatura cutánea, tales como anomalías asociadas a la vascularización periférica, alteraciones metabólicas, o sobreesfuerzos musculares.

La Doctora en Ciencias Físicas de la UV y Catedrática de la Universidad en el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina y Odontología, Dña. Rosa María Cibrián Ortiz De Anda, trajo la ponencia bajo el título "¿Podemos 'ver' el calor que emite el cuerpo humano? Utilidad de la termografía en el campo de la Medicina y del Deporte" y trajo hasta el Salón Stolz varios medidores de temperatura para que los asistentes interactuaran con los aparatos que miden este calor corporal.

La aplicación de la termografía en el campo de la medicina deportiva se encuentra en un interesante proceso de investigación. Gracias a la portabilidad de los equipos, la rapidez y escasez de riesgo de uso, estos sistemas pueden ser utilizados en clínicas especializadas o incluso en los mismos recintos de entrenamiento para una rápida evaluación del dolor y la consecuente toma de decisiones.

La termografía puede resultar especialmente útil en la detección de dolores post-traumáticos crónicos, dolores difícilmente diagnosticables, pero actualmente la termografía proporciona información acerca de la respuesta simpática al dolor. Los receptores del dolor en la zona afectada por una lesión en tejido o nervio responden a las catecolaminas liberadas por los nervios simpáticos. Sin embargo, lo más probable es que las causas de la DSR sean varias produciendo síntomas similares: rubor, calor e inflamación. La termografía no es una imagen del dolor; sin embargo, muestra disfunciones que fácilmente pueden relacionarse con éste.

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