La conferencia del Dr. Rafael Monterde Ferrando, titulada Génesis histórica del transhumanismo, tuvo por objeto hacer una introducción al pensamiento transhumanista occidental a través de los pensadores que lo han ido formando a través de la historia. En la misma, se habló de Julian Huxley, Pierre Teilhard de Chardin, Fereidoun M. Esfandiary, Timothy Leary, Max More o Raymond Kurzweil, entre otros.

Comenzó tratando el poema de Dante Alighieri, la Divina Comedia, en el que se encuentra por primera vez la palabra transhumanar. El poeta florentino, que sirvió de inspiración a los transhumanistas del siglo XX para acuñar el concepto central de su pensamiento, dio un sentido teológico-cósmico claro a esta palabra.

Transhumanar significa estrictamente divinizar al ser humano. De esta manera, el poeta describió el ascenso cósmico del ser humano hasta la divinidad otorgando a su neologismo un significado místico que ha permanecido en el pensamiento transhumanista actual prácticamente intacto. Una afirmación que se justifica cuando, al acercarnos al pensamiento transhumanista, comprobamos que sigue vigente, pues los transhumanistas actuales, en su búsqueda de la inmortalidad y de la trascendencia de la condición humana, postulan una forma de divinización del ser humano sirviéndose de la tecnología.

El transhumanismo, así, se sirve del lenguaje tecnocientífico como se sirve la teología cristiana de la noción de gracia santificante. Pero, claro está, no tiene el mismo presupuesto antropológico cristiano, aquel que conserva la naturaleza humana por considerarla hechura divina. En contraposición al cristianismo, en el transhumanismo la naturaleza humana es minusvalorada al ser consideraba un residuo evolutivo.

La tecnología, en el contexto transhumanista, es aquel medio que permite elevar al ser humano más allá de su naturaleza obsoleta y le da la oportunidad de tomar las riendas de la evolución humana para proyectar una nueva forma de existencia que no esté sujeta a las limitaciones propias de la naturaleza humana.

El transhumanismo, pues, supone toda una cosmovisión que interpreta la aparición del conocimiento humano dentro de la naturaleza como una misión cósmica. Una finalidad que es introducida desde una creencia pseudorreligiosa que queda fuera del pensamiento racional. Ello se debe a que los transhumanistas no justifican el origen de las ideas que les permiten interpretar al ser humano como artífice de una mente cósmica que, supuestamente, está destinado a construir con su conocimiento y su cultura. Una interpretación que, además, les otorga una legitimidad moral que les sitúa más allá de las reglas de juego propias de cualquier normatividad ética humana.

Es necesario, para que pueda hacerse una crítica honrada del transhumanismo, que aquellos que se dicen transhumanistas expongan claramente sus creencias para que esta forma de pensamiento pueda ser analizada dentro de las exigencias del pensamiento crítico. Por tanto, el transhumanismo tiene aún que abrirse paso en las sociedades democráticas abiertas y exponerse transparentemente a la crítica racional pública.

Podcast de la conferencia: