Tal día como hoy, hace 86 años, murió Vicente Blasco Ibáñez. Falleció a un solo día de cumplir los 61 años. Aunque estudió y se graduó en Derecho en la Universidad de Valencia, dedicó su vida a la política y a la literatura. Con sólo 21 años, este joven que publicó su primera novela a los 14 años, ingresó, el 6 de febrero de 1887, a la masonería. En este contexto, bajo el simbólico nombre de Danton, formó parte de la Logia Unión nº 14 de Valencia y, tiempo después, de la Logia Acacia nº 25. Debido a estos antecedentes, seis años después de su fallecimiento, una logia inaugurada en 1933 adoptó como nombre el apellido del autor.

Como político, Blasco Ibáñez se opuso a la monarquía y manifestó sus ideales republicanos a través del periódico que fundó con el nombre de “El Pueblo”. Tras haber sido detenido en 1896 por sus actividades políticas y condenado a dos años de trabajos forzados, Vicente Blasco Ibáñez representó a Unión Republicana en el Congreso de los Diputados y, años después, se integró al Partido de Unión Republicana Autonomista.

Este intelectual valenciano que fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad George Washington y se convirtió en uno de los primeros escritores de best seller en Estados Unidos, falleció el 28 de enero de 1928 durante su exilio en Menton (Francia), un día antes de cumplir 61 años. Dentro de su legado literario se incluyen obras como “¡Viva la república!”, “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, “El caballero de la Virgen”, “La voluntad de vivir”, “La vuelta del mundo de un novelista”, “Cañas y barro”, “Sangre y arena”, “Los muertos mandan”, “Arroz y tartana”, “La Tierra de Todos” y “El fantasma de las alas de oro”, entre muchos otros títulos que han sido traducidos a una decena de idiomas.