Mascletà por todo lo alto en la penúltima de estas Fallas 2018. Valencia vibró enfervorizada y se rindió a la elegancia y la brutalidad pirotécnica que desplegó la Pirotecnia Valenciana: su apuesta por la innovación y la potencia fue un binomio que gustó mucho en la Plaza del Ayuntamiento. Y lo de este final atronador de 37 segundos fue una guinda especial a la mascletà y un claro reflejo por lo que van a apostar en el futuro las pirotecnias que disparen en Valencia.

El final aéreo atronador de 37 segundos y que concentró la mitad de los 290 kilos de material pirotécnico reglamentado, hizo que la empresa de Llanera de Ranes dejara su sello de calidad y ser una de las mejores en la actualidad preparando 'mascletaes'. La empresa valenciana apostó por un principio elegante, novedoso, sincronizado y moderno, para dar paso a una mascletà como toca, de menos a más y muy fuerte y con un final aéreo que era la guinda y que fue brutal e impresionante. Durante el inicio del disparo, el cielo se impregnó de humo con los colores rojo, amarillo y azul de la senyera y repitió los efectos luminosos a media altura, un gran efecto ya que estrenó el pasado año y que este domingo usó de manera diferente para un mismo resultado.

Como cada año, la Pirotecnia Valenciana innovó en su mascletà, tanto en la forma de disparo y diseño, como en los efectos pirotécnicos empleados. Constó de una primera fase aérea llena de multitud de efectos y colores, y un contundente golpe para rematar esta parte. Seguidamente se dio paso a las retenciones terrestres, que fueron con un ritmo in-crescendo, y tras la quinta retención atronó el potente terremoto terrestre. Y para acabar prepararon el gran final aéreo y totalmente digitalizado que asombró a todos los asistentes. Este domingo nos acompañó en el balcón de presidencia, el Molt Honorable Sr. Ximo Puig, presidente de la Generalitat, junto a su familia.

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