Grupo de Lectura 3. Fecha: 25 de abril de 2017. Lugar: Salón Sorolla. Nº de asistentes: 18. Editorial: EDHASA. Pág: 376.

La obra: Este libro es "la meditación escrita de un enfermo que da audiencia a sus recuerdos". Así nos dice la autora temática sobre lo que va a tratar en su trabajo. "Recuerdos, que, aunque en algunos casos están basados en hechos reales, historicamente comprobados; en la mayor parte del relato, se deben a la ficción e imaginación de quien lo escribe, como implica el género de la novela

El estilo en el que está escrito utiliza párrrafos interminables, consistentes en frases largas formadas por multitud de oraciones subordinadas, lo que hace que la lectura del libro resulte dura. A esto se une la forma de expresión, lenta y rebuscada en la que la cantidad de pensamientos, ideas, noticias, sentimientos, etc,,,que la integran, hace que muchas veces el lector no perciba todo lo que se le quiere comunicar.  No obstante, hay que reconocer que algunos fragmentos poseen gran belleza poética. Señalar también, que la prosa es la manera utilizada en la escritura del libro.

Otras características son: La utilización frecuente de metáforas, así como el uso de símbolos y personajes de la mitología griega. Muy interesante y digna de mención es también la información histórica que integra grandes espacios de la narración: a destacar, las guerras contra los judios o la secuencia sobre Trajano.

Personajes: Adriano. A mi, me hace llegar a un hombre, que en sus últimos momentos de vida, se muesta comprensivo con el disimulo con el que le trata su médico, para no confesarle la grave enfermedad que padece y que él sabe y acepta. Repasa todas las renuncias que esa aceptación y limitación trae consigo: caza, natación, atletismo, juegos de amor.... y que pertenecen al hombre que aunque fué, sigue formando parte del que es, porque ese periodo es una fase del mismo individuo. También es consciente que el pesimismo se le hace amigo fiel.

El autocontrol y la austeridad han sido compañeros en su larga vida como militar, y creo que esas cualidades, van a hacer (siempre según Marguerite) que en sus años de emperador, haya intentado prácticas de justicia y pensado en la "paz" como objetivo principal.

Da valor a todo lo sencillo, lo puro, lo auténtico. Es un espíritu abierto y curioso , y así le gusta indagar en las culturas y religiones de todos los pueblos que Roma somete. La filosofía es otra de sus grandes pasiones, así como la cultura griega. Es  prohelénico cien por cien.

Hombre profundo, desarrolla el intelecto constantemente mediante, no sólo el pensamiento, sino tembién la literatura. Da mucha importancia al hecho de "conocerse a sí mismo", y su realismo es tan grande, que afirma que cada ser humano tiene que conformarse con los atributos que posee como persona, trabajándolos y desarrollándolos.

Es pragmático e idealista a la vez. Libre y solitario. No quiere ataduras en nada.  Aunque nace en España (Itálica), no se considera de ninguna parte geográfica. Su patria es el desarrollo de la integencia y la sabiduría.  El realismo que le caracteriza, hace que sea valiente a la hora de enfrentarse a sus miserias. Reconoce que es adulador, ambicioso y poco leal en ocasiones. Todo, con único objetivo: El poder.

De nuevo, según la autora, ¿cuales fueron los pensamientos y hechos de Adriano? Aunque oriundo de España, tacha tanto a su familia como al propio pais de provinciano. De falto de afán por la cultura e incluso por la información.  Tuvo una educación de legido. Arrebatado a los 12 años de los brazos de su madre, al fallecer el padre, su tutor le encarriló para el gobierno. Recibió formación intelectual, militar, artística y científica. Su educación fué eminentemente griega, y por ella se sintió seducido.

Aunque era ambicioso, él mismo nos dice que la iba perdiendo a medida que iba realizando objetivos, aprendiendo a su vez, lo más valioso: Servir a los demás. Poder = Servicio ?  Yo, pongo el interrogante, e introduzco el elemento de la idealización biográfica, en el caso de que realmente Adriano históricamente pronunciara alguna frase parecida a esta.

Con respecto a la consideración de emperador = dios, lo que era común en el pueblo romano, él afirma que todo hombre lleva un "dios" dentro de él, revelándose contra aquél que no sea justo consigo mismo. De hecho, en el relato, nos aparece un Adriano preocupado y ocupado en velar por la aplicación y reforma de la justicia, intentando mejorarla por respeto y consideración hacia el ser humano.  Pasó la mayor parte de su vida fuera de Roma y como soldado. De ahí que como militar, pero hombre culto acostumbrado a la relexión, valorara más la negociación que la sóla y simple fuerza bruta.

Se encuentra agusto dentro de la disciplina militar, que asume y prectica, quizás porque acepta toda circunstancia que le trae la vida.  Admiró a Trajano, a pesar de no estar de acuerdo en muchos aspectos de su política, y a través de su relación conocemos aspectos sobre la forma de ser, conducta, criterios y hechos de esta otra figura histórica. Muchos de los desacuerdos de Adriano con su "padre político", estuvieron en la preferencia por la estrategia militar de Trajano, frente a los acuerdos políticos de los que era partidario Adriano.

Aunque hemos comentado la seducción que tenía por Grecia, no por ello, deja de reconocer que aunque la esencia de Roma estuvo en ese país, la vocación romana era guerrera y de conquista, mientras que Gracia quedó encapsulada en su refinamiento perfecto y su cultura, igualmente llena de perfección.

El sueño de Adriano fué que Roma no pasase nunca por lo que toda civilización, hasta ahora, ha sufrido: La famosa curva, "Nace, crece y muere".  En la descripción de su gobierno, toca todos los palos de la espina dorsal romana; leyes, justicia social, economía , burocracia y ejército y su planteamiento, teórico al menos, es de lo más vanzado.  Deja constancia en estas "memorias", la autora, de una de las características de la labor de simbiosis cultural que caracterizó a esta gran potencia: para mantener su poder fuerte, aceptó todo lo autóctono de los pueblos bajo su dominio, normalizándolo. Su impronta en las obras de ingeniería y arquitectura civil, se potenciaron en este tiempo mediante el nacimiento de nuevas ciudades.

Gran mérito en su actuación imperial fué que supo "delegar" sus funciones en personas competentes para que anduviera, de la forma más perfecta, la maquinaria estatal. Con su relato, las costumbres y formas de vida de las distintas clases sociales, quedan reflejadas. También critica la brutalidad del ejército romano, con la que no está de acuerdo.

La información geográfica y política, tanto exterior como interior, es otro punto encomiable. Las diferentes guerras con los causantes, entre otros motivos, de la caída del Imperio: los Bárbaros. La importancia del comercio en el mantenimiento de sus conquistas en Oriente, cuyos dueños son los judios y los árabes y que en muchos momentos hacen tambalear en esos lugares al gran gigante.

Conclusión: Libro muy trabajado por la autora, pero abigarrado, tanto en el contenido de información como de pensamientos, aunque contiene pensamientos sabios y profundísimos. Pero es excesivo en todo: estructura y contenido y esto le hace, para mí, pesado.  No me ha gustado.