El del Martillo de Thor enmudeció a la Plaza del Ayuntamiento con esos golpes secos que marcaron el cuerpo de un espectáculo pirotécnico que fue elegante de principio a fin, con un ritmo que nunca decayó y que hizo mantener la expectación entre el público asistente a la Catedra de la Pólvora. La Alpujarreña sabe que el Martillo de Thor no puede faltar en Valencia porque la gente lo pide, ya que esos martillazos resuenan en toda la capital del Turia.

La pirotecnia granadina ha cautivado al público valenciano gracias a su enorme trabajo, al esfuerzo y a lo bien que han estudiado la Catedral de Pólvora. Llevan varios años viniendo, estudian el emplazamiento y han ido mejorando esos pequeños detalles que hacen que la mascletà esté muy mascada. Saben donde deben puntualizar en el disparo y eso viene del estudio y la trayectoria que han tenido en sus años anteriores, siempre saben sacarle el máximo jugo posible al disparo. La mascletá estuvo dedicada al padre de Alfonso Baños, quien falleció el pasado año. Una figura clave en la pirotecnia porque él fue el encargado de enseñárselo todo a la que es la cuarta generación de la Alpujarreña.

Galería de Imágenes: