El viento y una fina lluvia que cayó minutos antes de la mascletà hicieron peligrar el disparo de la Pirotecnia Tomàs, pero con el OK de los técnicos, se decidió dispararla y su mascletà no dejó indiferente a nadie. Muy colorida y de las catalogadas como clásicas pero con apuntes de modernidad durante todo el disparo. La Pirotecnia Tomàs luchó contra los elementos y venció a la lluvia y al viento. Y es que las fuertes rachas de viento no impidieron que este domingo que la empresa de Benicarló llenara de color, ruido y pólvora la plaza del Ayuntamiento de València.
Se lanzaron todos los cohetes y petardos aéreos que estaban planificados y eso fue clave, ya que casi todo el cuerpo de la mascletà llevaba acompamiento de luz en el aire. El disparo fue tradicional pero mezclado en todo momento por el lanzamiento digital para crear un efecto envolvente. El cuerpo central fue potente y la potencia del terremoto terrestre marcó el desarrollo de la actuación, pero siempre estuvo acompañado de múltiples efectos de luz y silbadores, que fueron muy bien rematados con el clásico cierre atronador marca de la casa.
Como viene siendo habitual cada vez que dispara la empresa castellonenese, cientos de benicarlandos y gentes de la comarca se desplazaron a Valencia para acompañar a Tomás en este importante disparo, siendo ya un acto más del programa de fiestas de las fallas de Benicarló.
En la terraza de presidencia del Ateneo Mercantil se dieron cita la Consellera de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas, Gabriela Bravo, la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, y el diputado, Luis Santamaría.