La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Orden de Malta, es una de las órdenes más antiguas del mundo, siendo en la actualidad considerada como un estado sin territorio. Emite sus propios pasaportes, tiene su propios Tribunales, su propia moneda y sus propias matrículas automovilísticas. En la actualidad la Orden de Malta dispone de un voluntariado que ofrece sus servicios en numerosos países del mundo, sean católicos cristianos o no, pues la labor humanitaria que realiza esta veterana y honorable orden no conoce fronteras.

Es una orden religiosa católica fundada en Jerusalén en el siglo XI por unos comerciantes amalfitanos. En un principio los mercaderes abrieron en 1048, con la autorización del entonces gobernador de la ciudad, el califa de Egipto Bomesor Monstensaf, una iglesia y un hospital para atender a los peregrinos que llegaban a visitar el Santo Sepulcro.

Eran tiempos anteriores a la Primera Cruzada (1099), con la que iniciaría el fenómeno histórico de campañas militares, peregrinaciones armadas y la expansión colonial en Medio Oriente que convulsionó la región entre los siglos XI y XIII. Así, desde un principio, junto a su actividad hospitalaria, la Orden de Malta desarrolló acciones militares contra los ejércitos musulmanes, en principio árabes y más tarde también turcos.

En 1291, con la caída del reino cristiano de Jerusalén, la organización se estableció en Chipre, de donde se mudó a Rodas y después a Malta. De hecho, se la conoce con ese nombre porque fue en Malta donde tenía la sede cuando se hizo conocida por frenar el avance turco en 1565. Aunque tuvo que abandonar la isla cuando en 1798 Napoleón Bonaparte ocupó la isla. Y después de haber tenido sedes provisionales en Mesina, Catania y Ferrara (hoy ciudades italianas), la orden se estableció finalmente en Roma en 1834, donde sigue hoy.