La conquista de la ciudad de Valencia fue realizada por los musulmanes en el 714 al mando de Tarik, pero la primera mención que se hace de las murallas de Valencia durante este periodo es la del geógrafo y médico persa Al-Razi quien en el siglo X describe la ciudad con un recinto amurallado con cuatro puertas, aunque no cita la ubicación de las mismas.

Valencia era conocida en este periodo con el nombre de Madinat al-Turab o ciudad de la tierra, aunque también se le conocía con el nombre de Balansiya. Con el nacimiento de la taifa musulmana se inició un nuevo periodo urbano en el que el incremento de la población y los ataques bereberes procedentes del norte de África, exigió la ampliación de la ciudad y la construcción de un perímetro defensivo. Las murallas árabes, de robusta construcción y en las que se abrían 7 puertas principales, fueron levantadas por el principal de los reyes de la taifa valenciana, Abd al-Aziz ibn Abi Amir, nieto del gran al-Mansur, que comenzó a reinar en la ciudad de Valencia en el año 1021, contando solamente quince años de edad.

Esta muralla realizada entre 1021 y 1061 estaba construida en tapial de hormigón con relleno de piedras de mediano tamaño y tenia torres de planta semicircular, hechas con mampostería regular muy sólidas, y macizas hasta el último piso, donde se abría una estancia abovedada para facilitar la defensa. Su anchura media era de 2,25 mts. Aproximadamente las torres se colocaban a una distancia entre una y otra de 26 metros.

La Muralla árabe de Valencia es una muralla defensiva que empezó a construirse en el siglo XI alrededor de la Ciudad Vieja de Valencia, de la cual todavía se conservan restos menores que han empezado a aflorar junto a la Lonja. Tras la caída del Califato de Córdoba, a comienzos del siglo XI, Valencia se convirtió en capital de la Taifa de Valencia, y, por lo tanto, experimentó un importante crecimiento urbanístico.

Los elementos principales de la muralla musulmana valenciana eran: el foso, la barbacana y la muralla propiamente dicha. El foso se solía anegar con agua. La barbacana antecede a la muralla y es un muro normalmente almenado de menor altura y grosor, y cuya función es la evitar la labor de zapa, estrategia militar que consiste en la excavación de túneles bajo la muralla para tomar la ciudad. La muralla propiamente dicha se remataba con almenas y con torres cuadradas con perfil semicircular al exterior.

  • Dimensiones. La muralla islámica original tenía 2,5 metros de anchura y luego se le añadió otro muro de 1,50 metros. Llegaba a los diez metros de altura.

  • Pavimento. Uno de los aspectos más curiosos es el hallazgo del suelo por donde patrullaban los soldados en la barbacana.

  • Complejidad. La excavación se realiza en un edificio con un estado de conservación precario, por lo que fue consolidado antes.

  • Cerámica. En la parte del foso han salido numerosos fragmentos que serán estudiados.

  • Uso. La previsión es que la finca sea destinada a oficinas y locales vinculados a promocionar la Lonja.

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