El jueves 17 de febrero, a las 19 horas, en el Salón Sorolla del Ateneo Mercantil de Valencia y con todo el aforo ocupado, el profesor doctor Antonio María Mateo, cirujano vascular, medio siglo en el equipo médico de la plaza de toros de Valladolid, regaló a los asistentes una amenísima lección sobre su ejercicio profesional, cuajada de simpáticas anécdotas, titulada "De verde y plata: la otra faena" en un acto organizado por la Tertulia Taurina del Ateneo Mercantil de Valencia, presentado por el portavoz de la tertulia, Paco Roger, y moderado por el maestro de la prensa taurina valenciana, José Luis Benlloch.

El doctor Mateo expuso brevemente, con un estilo sencillo y directo, su trayectoria profesional taurina, que comenzó en 1971 hasta que se despidió del burladero del coso de Valladolid el pasado año. A continuación, recordó las 81 muertes de toreros en el siglo XX, haciendo especial hincapié en la atención a las lesiones vasculares graves y en el contraste con graves cogidas más recientes, como las de Mariano de la Viña, Gonzalo Caballero y Román, que han podido salvar la vida gracias a los adelantos en la cirugía vascular en las plazas de toros.

Sobre la dotación médica en los festejos taurinos destacó cómo "la trascendencia de la muerte de Paquirri en Pozoblanco impulsó un cambio del reglamento para que fuera obligatoria la presencia de UVI móviles y que las enfermerías estuviesen convenientemente equipadas", y afirmó: "La dotación médica de los festejos ya empieza a ser investigada por los toreros y algunos exigen la presencia de un cirujano cardiovascular o de un tipo de sangre en concreto". En resumen: "Sin riesgo, la Fiesta no existiría, y el equipo médico debe trabajar cuando el riesgo se concreta en un percance".

En la parte central de la conferencia comparó las fases de la lidia con la labor de la cuadrilla de verde y plata, desde que se produce el percance, haciendo un recorrido de esta última a imagen y semejanza de la primera. Destacó que "siempre hay que escuchar al herido, porque a veces es él mismo el que nos dice dónde tiene las trayectorias", y además que la responsabilidad es muy grande: "A los médicos se les exigen resultados inmediatos y acertados, rozando la perfección. El herido no es una persona cualquiera, es una persona conocida, pero en la enfermería es un herido más, no importa su nombre o apellido". El éxito de la medicina taurina se convierte en evidencia cuando "los toreros regresan y vuelven a triunfar, algo que nos satisface, porque nosotros también somos parte de esa noticia".

Cerró su disertación con un reconocimiento a la labor de los equipos médicos, antes de recibir una cerrada y prolongada ovación de los asistentes puestos en pie: "Los equipos médicos estaremos esperando a no trabajar, y si tenemos que hacerlo, estaremos preparados para hacer frente a la parca".

Entre los asistentes destacamos a los doctores D. Fernando Carbonell Tatay, D. Pascual González Masegosa y D. Daniel López Quiles, el director de asuntos taurinos de la Diputación y director de la escuela taurina D. Toni Gazquez, profesionales del mundo del toro como Santiago López, Vicente Ruiz “El Soro”, Víctor Manuel Blázquez, José Manuel Montoliu, Javier Vázquez, Pascual Javier, novilleros valencianos y alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, acompañados de un gran número de aficionados.

Al término de la conferencia, el moderador del acto D. José Luis Benlloch y el conferenciante Profesor Dr. D. Antonio María Mateo Gutiérrez, recibieron sendas réplicas del premio distinción, de manos del portavoz de la tertulia taurina, como recuerdo de su paso por el Ateneo Mercantil.

Texto: Salvador Chapa

Fotografías: Hermanos Mateo

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