Durante más de dos horas se estuvo debatiendo entre cualificados ponentes sobre la posibilidad de una amistad judeo-cristiana dentro del Foro Sensus Communis del Ateneo Mercantil de Valencia. Una amistad entre dos religiones que durante más de 19 siglos han estados enfrentadas y han tenido sus discrepancias, pero que en las últimas décadas han tenido una cercanía y un encuentro de puntos en común.

Guión de la sesión de la Webinar "¿Es posible una amistad judeo-cristiana?"

Arrancó la mesa de debate, D. Francisco Fontana, presidente de la Amistad Judeo-Cristiana de Valencia, destacando que este acercamiento entre el cristianismo y el judaísmo es posible y se está dando. "La amistad entre ambas religiones puede arrancar de un punto de partida como la curiosidad entre ellas, por su historia y por la antigüedad del judaísmo y del cristianismo; a un cristiano le puede llamar la atención un pueblo excepcional y tener admiración por el pueblo judío".

Fontana siguió exponiendo motivos para que exista ese acercamiento de amistad: "Como cristiano hay otra posibilidad de buscar esa amistad y es que tanto Jesús, María como los apóstoles eran judíos, por tanto, como cristiano acabas tropezándote con el judaísmo. Una amistad judeo-cristina es posible. Ambas religiones se han llevado muy mal durante mucho tiempo, han existido y hay problemas". Mientras que, por último, destacó el pasado del judaísmo en Valencia: "Pronto, en julio hay un aniversario de la judería de Valencia. En la Edad Media, en 1391, obligaron a que los judíos se bautizaran o los mataban, pero aquello fue una cosa más sociológica que otra cosa".

Fontana reconoció que han existido acercamientos en las últimas décadas, pero también que hay distanciamientos por varios motivos: "La Segunda Guerra Mundial abrió los ojos a los cristianos, se les intentó exterminar a los judíos, además, el Concilio Vaticano II (1962-1965), que lanzó a la Iglesia hacia el siglo XXI, promulgó la declaración 'Nostra Aetate', con la que los católicos retiraron las acusaciones de deicidio contra los judíos". Y hay pequeños problemas que hacen más complicada está amistad entre ambas religiones. "Existe en la simetría un problema, ya que los judíos son 16 millones por los más de 2.000 millones de los cristianos. Los cristianos no renuncian del Antiguo Testamento y allí conocen a los judíos; por otro lado, los judíos son autóctonos, no necesitan a los cristianos. Y también hay que destacar que los cristianos tienen una estructura centralizada, siguen al Papa, van todos a una, en el judaísmo no hay esa estructura".

El presidente de la Amistad Judeo-Cristiana de Valencia terminó nombrando ese decálogo de Seelisberg, el primer paso para poner fin al secular anti judaísmo cristiano que culminó con la aprobación en 1965 por el Concilio Vaticano II de la declaración. Lo encabezaron el teólogo católico Jacques Maritain y el judío francés Jules Isaac, que había perdido a toda su familia en el Holocausto.

Por su parte, el Profesor Dr. D. Antonio Lastra, habló desde un punto de vista filosófico y destacó que "el filósofo se contenta con la ley natural, pero en cambio los judíos y los cristianos (y los musulmanes) no se conforman con la ley natural, ya que la suya es una ley revelada, una ley de un dios".

Cuando aparece la figura de Jesús el distanciamiento de ambas religiones es grande. Jesús es una figura central del cristianismo, que los cristianos creen que es el Mesías, el hijo de Dios y la segunda persona de la Trinidad, pero en cambio para algunos judíos, Jesús es casi un sinónimo de pogromos, Cruzadas, deicidio y siglos de antisemitismo cristiano. En cambio, para otros judíos lo ven como un maestro judío, pero no era el Mesías. "Lo digo como gentil o filósofo, si no podemos hablar de Jesús, de Cristo, del Mesías, el cristianismo tiene poco de decir sobre esa amistad entre religiones. Los judíos y los cristianos pueden entenderse, pero sin hablar de Cristo, con lo que no será una verdadera amistad porque el cristiano tiene muy poco que decir".

Cabe recordar que entre este diverso conglomerado de culturas y creencias politeístas surgió una única gran tradición que más tarde iba a fusionar las bases de las tres grandes religiones del mundo: el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. Estas tres religiones pueden ser vinculadas a una tradición religiosa común que se remonta a tiempos del Profeta patriarcal Abraham. Pero al profesor Lastra le envuelve una duda: "Desde un punto de vista gentil lo que me interesa del judaísmo y del cristianismo es que se plantean la duda común de saber qué es dios. Me extraña que la amistad judeo-cristiana también lo sea islámica, de las tres religiones. Si excluimos al Islam podemos pensar que es una alianza de postguerra de la constitución del estado de Israel". Y prosiguió: "Porque si el estado de Israel, como así lo definía el embajador de Israel en España, es como los demás estados modernos, tenemos que pensar que es un país democrático, liberal, republicano y... laico. Un país en el que la religión es privada. El estado moderno tiene que ser constitucional pero también no teológico e Israel pienso que lo es".

El profesor Lastra destacó que las personas pueden llegar a ser amigas, pero siempre que no antepongan su condición religiosa. "La amistad judeo-cristiana es factible entre seres humanos, pero no entre seres humanos que quieran poner de relieve que son judíos y cristianos. Es muy difícil que. Históricamente la Iglesia Católica ha sido hostil al judaísmo y nos ha recordado que son el enemigo". Asimismo, destacó que esta amistad de las religiones pueda fomentar la pacificación. "Como filósofo entiendo que, en la actualidad, el mundo sólo tiene una posible configuración que es la del republicanismo cosmopolita, es decir, en qué medida el judaísmo fuera del estado de Israel, el cristianismo o el Islam pueden fomentar las relaciones internacionales basadas en las gentes, en los permanentes NO a la Guerra. Teniendo en cuenta que las guerras que han asolado Europa, casi siempre han sido guerras religiosas, en los Balcanes hubo una guerra con una marcada significación religiosa".

Con este planteamiento Lastra pidió que esta amistad judeo-cristiana tuviera un lugar en el mundo en el que puedan aportar paz al orden internacional o a la globalización. "Hay que tener en cuenta que un judío, un cristiano y un musulmán pueda contentarse con practicar su religión en privado para no ofender a nadie, como si fuera un hobbie. La religión es pública y por eso entrará en colisión con otras formas de expresión públicas. Pero si nos tomamos muy en serio como cristianos, como judíos o como musulmanes, veo muy difícil que nos tomemos en serio como ciudadanos".

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