En la webinar el director del Museo Nacional de Cerámica, D. Jaume Coll, explicó la restauración y la rehabilitación que se ha llevado a cabo en el Palacio del Marqués de Dos Aguas de Valencia desde el s. XIV hasta nuestros días. Explicó la trascendencia histórica y cultural del edificio, su valor arquitectónico y artístico como Palacio y a la vez como Museo Nacional de Cerámica, la importancia y la complejidad de la intervención se exponen primero explicando su historia y luego su rehabilitación y restauración de sus ornamentos.

El Palacio de Dos Aguas fue el solar de los Rabassa de Perellós desde finales del s. XIV. Algunos vestigios hallados, como azulejos con heráldica de Centelles, permiten suponer que parte del edificio fue ocupado por la descendencia de Johana Rabassa y su primer marido Pere Centelles. En 1496, Giner Rabassa de Perellós y Montagut adquiere el señorío de Dos Aguas. En ese momento se impulsaron las primeras reformas importantes del edificio, que se extendió a los siglos siguientes, incluso ampliando su superficie, comprando propiedades colindantes. El aspecto exterior que tenía el palacio gótico, anterior a las reformas del s. XVIII, puede conocerse a través del plano de Valencia del Padre Tosca (1704).

Investigación histórico-arqueológica del Palacio de Dos Aguas

En 1740 se hicieron las primeras reformas que han dejado vestigios visibles del edificio y que lo convirtieron en un palacio emblemático. Destaca su magnífica portada realizada en alabastro de la cantera de Niñerola en Picassent. A finales del s. XVIII y principios del s. XIX prosiguieron las reformas, sin embargo, la ampliación más importante se emprendió con D. Vicente Dasí Lluesma, entre 1854 y 1867, que fue el verdadero artífice del aspecto actual que conocemos del edificio. Esa última reforma ecléctica le da un aspecto afrancesado.

La estrutura básica del Palacio actual gira en torno a tres patios. Se han realizado a lo largo de la historia nueve sondeos arqueológicos, además, se eliminaron números revoques en las paredes, se estudiaron los rellenos de forjados y se dieron cuenta de que contenía números fragmentos de azulejería gótica y barroca. Se usó la metodología arqueológica para llevar a cabo todo su registro. Existen vestigios en el Palacio del antiguo solar anteriores a la construcción gótica. Las últimas reformas se llevaron a cabo en el s. XX y hay que destacar que la instalación del Museo en el Palacio protegió al propio edificio de la ruina.