Cuando Viena comenzaba a decaer como la capital mundial del arte, Gustav Klimt, que era el más célebre artista de su tiempo, logró brillar por su estilo entre el Simbolismo y el Art Noveau. Sus obras eran de estilo pictórico totalmente ecléctico y se decantó poco a poco por la abstracción y plásticas innovadoras. Klimt nació en la época dorada del Imperio astro-húngaro, donde los artistas tenían gran importancia y cerca de los 30 años ya era uno de los artistas más reconocidos de Viena. A finales del siglo entró en la Secesión Vienesa, la cual estaba muy implicada en todas las disciplinas creativas europeas y muy familiarizado con el arte académico oficial.

Klimt tuvo en las mujeres a sus musas, que a su vez también eran amantes y las propulsoras del símbolo de Klimt: la vida y la muerte, amenazantes y seductoras a su vez. Según esto, su obra se denominó como pornográfica, debido a su lenguaje abiertamente sexual. Su pintura era decorativa donde destacaba el oro propio melé del arte bizantino, los motivos geométricos y la sensualidad con una igualdad entre líneas curvas y rectas.

Pero la pintura de Klimt molestó a la ideología de Viena, ya que lo veían como una representación de una imagen vaga y a los católicos les pareció desagradable los desnudos en sus cuadros. A principios del siglo XX, se hizo experto en mosaicos, con sus obras más conocidas como son El beso o Judith.

Los temas que caracterizaron sus obras fueron: el amor, la sexualidad y la muerte. Y hoy en día sus obras están catizadísimas ya que en 2006 se vendió una obra suya por 135 millones de dólares por el museo neoyorquino Neue Galerie.

La Secesión Vienesa fue un movimiento que evolucionó muy rápido y tuvo algo que ver con el ahora llamado modernismo; Austria se adentra en la modernidad en el ámbito del arte con este movimiento. Se inauguró en el 1897 por un grupo de 19 artistas, los cuales pertenecían a la escuela de Künstlerhaus. En 1898 se terminó de construir el edificio con el mismo nombre, hoy es uno de los edificios más conocidos de Viena. El movimiento duró ocho años, hasta el 1905, pero la Secesión se considera activa en la actualidad. La secesión se fundó en la Asociación de los artistas de las artes visuales, que estaba en Austria.

La palabra secesión indica en sí rotura, ya que este movimiento rompe con la tradición conservadora de Viena. La Blattwerk-Kuppel es el símbolo de la Secesión, en este movimiento tenían propuestos diferentes proyectos, los cuales muchos de ellos tuvieron que ser cancelados por diferentes protestas.

Este movimiento reinterpretaba los estilos del pasado contra la producción de la industria, la que decían que estaba destruyendo la realidad de cómo era el arte y la sociedad de la época. Fue un movimiento muy abstracto, que tiene como principal característica el cartelismo, el diseño editorial y la tipográfia. Mientras que el presidente de este movimiento fue Gustav Klimt, los portavoces del movimiento también fueron, el propio Klimt, Koloman Moser, Fredinand Andri y Joseph Maria Olbrich.

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