Grupo de Lectura 3. Fecha: 21 de enero de 2017. Lugar: Salón Sorolla. Nº de asistentes: 22. Editorial: Anagrama. Pág: 338.

Autor: Paul Auster nació en 1947 en Nueva Jersey y estudió en la Universidad de Columbia. Tras un breve perí­odo como marino en un petrolero, vivió tres años en Francia, donde trabajó como traductor, "negro" literario y cuidador de una finca; desde 1974 reside en Nueva York. Galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006 por su carrera literaria.

Sinopsis: "Seducción". Esta es la primera palabra que me viene a la mente si tengo que compendiar en un nombre común este libro.  No tengo más remedio que indicar esa forma de tirarme de la mano hacia la narración que estaba leyendo, que desde el primer momento he sentido. Me interesó y me atrajo desde el capitulo uno, sintiendo un deslizamiento suave y lleno de interés hacia la historia que empezaba a leer.

La secuencia de "descripciones" que llenan toda la obra, tienen una gran fuerza, y una gran delicadeza a la vez. Nos transmiten un contenido profundamente intelectual pero gráfico y tangible al mismo tiempo.  Paul Auster es un narrador extraordinario. Su forma de escribir es fluida, elegante, concreta y de mucho nivel.

En realidad, nos metemos en la vida de dos seres diferentes, con paralelismos, y que si nos damos cuenta, sin conocerse y sin pretenderlo, son soporte el uno del otro:

* Por un lado tenemos al Profesor Zimmer, al que la vida le paga tal zarpazo, arrebatándole a sus tres seres más queridos en un accidente aéreo ( su mujer y sus dos hijos), que abandona todo y a si mismo.Queda inmerso en un profundísimo dolor y desorientación.Sólo al ser consciente de haber esbozado una ligera sonrisa ante una escena de la película de un cómico mediocre, reacciona y empieza a estudiar la vida de este artista desaparecido entre el misterio para salvar la suya. Ve luz en su negro túnel, a través de ese cine mudo de Héctor Mann y se mete en él, para llegar a poder respirar.

El profesor Zimmer, como conocedor de la dimensión de la "palabra", hace un canto a la pureza del cine mudo, diciendo que su autenticidad por medio de la expresión corporal, se debe a que los buenos actores que lo interpretan "entendian el lenguaje que utilizaban", proyectando en él la sintaxis.... de la mirada; proyectando una gramática pura y auténtica de la interpretación. Y todo esto lo logra un cómico medocre como artista, pero profundo, íntimo y serio como profesional.

La intimidad la refleja el cómico a través de su bigote: Con él es capaz de transmitir todas sus emociones, sensaciones e incluso pensamientos. A través de Mann, el profesor Zimmer obtiene el oxigeno para seguir viviendo, porque es capaz de captar su optimismo, su persistencia, su gran capacidad para seguir trabajando, para conseguir su logro. La sonrisa  que le produjo la secuencia es el simbolo de todo este sentir, porque fué el desencadenante de su reacción por la vida.

Este tipo de vivencias en el protagonista, son muy fuertes y dolorosas. Pero Auster lo refleja de una forma tan "natural", que hace que el lector no se dañe en su lectura y así, siga y siga leyendo, hasta que en un momento y haciendo una parada forzada, se obligue a recordar y recopilar lo leído, dándose cuenta entonces de la magnitud del drama que está viviendo el pobre protagonista y de cómo le ha empapado a él, sin conmocionarle.

Con el relato de los hechos tenemos la misma cuestión, leemos y leemos y sólo al hacer la parada obligatoria para la reflexión de lo leído, nos damos cuenta de cómo nos ha penetrado, sin percatarnos. De cómo el autor nos lo ha "deslizado".

Este escritor, trata de la parte más profunda del ser humano, pero sin apariencia de ello. Hace que sea algo connatural. No nos sorprenden las reacciones del protagonista, aunque no sepamos nunca qué va a hacer. Parece que ya le conozcamos. Como nos dice de la mancha de la cara de Alma, que se disuelve en el ser de ella misma, así el autor trata "trama" y "personaje" en su narración y los lectores nos disolvemos en ambos.

* El otro personaje es Hector Mann, practicamente ausente en todo el libro, pero que alrededor del que gira todo.

Pasó de ser un hombre con una vida más o menos normal, a desaparecer y sentirse eternamente culpable, dedicando el resto de su vida a autoflagelarse mediante una vida llena de penalidades. Su autoculpabilidad le vino por la muerte por accidente, ¿o no ? De la mujer que le quiso sin condiciones, Brigid, y con la que nunca estuvo dispuesto a casarse.

Al conocer a Frieda, su mujer, parece que recupera algo el equilibrio y de nuevo vuelve a hacer lo que era su pasión, el cine. Antes de acceder a rodar, se dedicó a resucitar, saliendo del foso en el que por sentirse culpable se había metido: Lo representa el plantar el jardín en medio de un desierto.

Vuelto al cine, él ya había cambiado y mucho y la motivación y la frescura anterior, ya no existen. Las películas son más tristes y sobretodo más complejas a nivel psicológico. Son su reflejo, como es el arte siempre.

Pero, su autocastigo no le puede abandonar, y las filma para ser destruídas. No obstante, es muy dificil digerir esto un creador y cuando sabe que Zimmer le ha descubierto como artista, espera salvar su trabajo a través de él. Zimmer es ahora su : no de su vida física, pero sí de su vida espiritual. Su obra. El ya se ha perdonado y por eso las quiere salvar.

Sabemos todos los que hemos leído el libro, que es su mujer la que impide que esto se logre. Yo entiendo que lo hace porque ella no le ha perdonado a él lo que le pasó a la pobre Brigid, aún cuando no la conoció. El fuego purifica y esa es la purificación de su marido. Su perdón. El quemar su obra.

El fatalismo es un acompañante constante de todos los personajes. El accidente, la mala suerte, el drama.....Cuando todo parece que se va a arreglar, ocurre siempre algo y quita la ilusión y golpea: Alma, Zimmer, Mann. Pese a toda la tragedia, la gratitud asoma y extiende su bálsamo. Y así, Zimmer en su libro póstumo (al estilo de Chateaubriand) sobre Mann, da las gracias al propio Héctor, porque gracias a sus peliculas siguió viviendo y a Alma  porque de nuevo le da "esperanza" para luchar por la vida, al estar convencido de que la obra de Héctor Mann no ha desaparecido. Para mí, cada personaje es necesario para el relato completo del que trata el libro.

Resumen: Libro muy bueno, con gran complejidad en la psicología de los personajes. Con mucho simbolismo y profundidad en la conducta de los mismos y de gran calidad literaria.

Negativo: La exhaustiva descrpción de las películas del cineasta.