La conferencia impartida por la experta en comunicación, Dña. Maribel Vilaplana, enmarcada en una nueva sesión de WomenCEO en el Ateneo Mercantil de Valencia, sirvió para que las asistentes supieran cómo liderar en femenino. Liderar sin complejos y sin tratar de imitar a los hombres, ya que las mujeres aportan a la gestión de las empresas una serie de valores que sólo se encuentran en ellas. El mundo está liderado por hombres, pero la mujer está ocupando cada vez los puestos relevantes de las empresas.

La mujer ha ganado en importancia y en responsabilidad dentro de las empresas, ya que, a su enorme preparación, igual que la de los hombres o incluso mejor, además, saben gestionar mucho mejor las emociones. Unas emociones que son básicas para los grupos de trabajo.

Se sigue trabajando para lograr la igualdad tanto en puestos de interés como en los salarios, pero lo que se ha conseguido es que muchas empresas del sector privado y cada vez más en el público apuesten por la mujer. Estas empresas son cada vez más competitivas porque se aprovechan del enorme talento de las mujeres, ganan en imagen de marca y en innovación y eso está siendo clave en la actualidad.

La sociedad valenciana se ha mostrado cada vez más comprometida con la mujer en el mercado laboral y lo que parece cada vez más claro es que no sólo se han beneficiado las mujeres, sino las propias empresas que tenían un potencial latente pero aún dormido. Con la incorporación de la mujer en los puestos relevantes de las empresas se ha conseguido que se gane en productividad.

Muchas de las limitaciones que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia laboral han venido por una educación o una construcción social que ha modelado como han de ser, pensar, sentir y actuar las personas en función de su género. Esto había provocado que se limitara social y laboralmente a las mujeres, algo que se veía en los escenarios de tomas de decisión de las empresas. Un modelo social que ha sido injusto porque desde el principio se desaprovechaba el talento de un sector muy productivo como el de la mujer.

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