El martes 25 de noviembre a las 19.00h en el Ateneo Mercantil, tendrá lugar la mesa redonda con el nombre '¿Resistiría Valencia otra riada como la de 1957?', organizada por nuestro grupo de trabajo "Impulso a Valencia".

Valencia, por su ubicación geográfica y la orografía del territorio circundante, tiene una climatología singular, notoria por su variabilidad y por ser proclive a la formación de “gotas frías” que pueden llegar a descargar precipitaciones muy elevadas.

Como consecuencia, ha experimentado inundaciones provocadas por avenidas del río Turia desde su fundación en la época romana, como atestiguan los más de cinco metros de espesor de los sedimentos aluviales hallados en las excavaciones arqueológicas. Existen registros de las numerosas inundaciones acaecidas desde 1321 hasta 1957, los cuales nos indican que el período de retorno de las riadas en Valencia es de 27 años, en base a lo cual la probabilidad de una inundación para 2014 sería del 88%... Sin saberlo, Valencia está jugando a la ruleta rusa de la gota fría.

La estimación del caudal máximo de la Riada del 57 –3.700 m3/segundo– tenía elevada incertidumbre, dados los medios existentes y el estado de la técnica en aquel entonces, lo cual ha sido reconocido por la propia Confederación Hidrográfica del Júcar –organismo estatal competente en la materia– que ha pasado a estimarlo entre 4.200 y 4.400 m3/segundo. Una cifra quizás más realista estaría en torno a los 6.000 m3/segundo, aunque hay estimaciones de hasta 10.000 m3/segundo.
El Nuevo Cauce del río Turia se proyectó para una capacidad de avenamiento de 5.000 m3/segundo. Pero incluso la misma Confederación Hidrográfica del Júcar reconoce que dicho cauce no alcanza la capacidad de diseño, siendo sus estimaciones actuales de 3.700 m3/segundo de capacidad. Curiosamente, la misma cifra que reconoció en 1957 como máximo oficial de dicha riada.

En definitiva, el Nuevo Cauce quizás no podría evacuar una riada como la de 1957, incluso con las cifras admitidas por la Confederación Hidrográfica del Júcar. Por lo tanto, en dicho supuesto, habría una inundación generada por el excedente de caudal del río Turia respecto a la capacidad del Nuevo Cauce: 4.400-3.700=700 m3/segundo, valor superior al caudal promedio del río Ebro –o el del río Duero– en su desembocadura. Esto supone, en 24 horas, un volumen de inundación de 60 Hm3, que equivale al embalse de Loriguilla al 82% de su capacidad. Y estos son los datos menos desfavorables. Si tomamos la estimación que nos parece más realista para la Riada del 57, de 6.000 m3/segundo, el desbordamiento sería de 2.300 m3/segundo, superior al caudal promedio del río Rin en su desembocadura, lo cual supondría un volumen de inundación de 199 Hm3 en 24 horas, equivalente al embalse de Benagéber al 90% de su capacidad. En definitiva, una pantanada en ciernes.

Informe Impulso a Valencia: Actualización del Plan Sur de Valencia