Grupo de Lectura 3. Fecha: 25 de marzo de 2017. Lugar: Salón Sorolla. Nº de asistentes: 20. Editorial: Destino. Pág: 416.

Autor: D. Andrés Trapiello. Escritor leonés (Manzaneda de Torío, León.-1953), apasionado de la obra cervantina en general y del Quijote en particular, recrea en esta novela la vida de los personajes que dan vida al Quijote una vez que éste ha muerto. No es difícil hallar referencias a la obra cumbre cervantina en otras publicaciones de este autor.

Hay que reconocerle que los personajes de su parte nueva del libro los eleva a la altura moral con que el propio Cervantes los trata como amigos de D. Quijote en su propia evolución. Como curiosidad, citar la tienda de souvenirs de Dulcinea y D. Quijote que quieren montar Ginés de Pasamonte y lapropia Dulcinea. Como moraleja: Que cada cual viva la vida que le ha tocado, sin querer ocupar el sitio de los demás, ni mucho menos imitar sus vidas.

Decir que el libro es un homenaje a Cervantes, al que acuden sus propias "creaturas" a socorrer y conocer, y que ya muerto, les deja huérfanos, pero en la gloria de la Fama y del recuerdo de los hombres, porque son su OBRA. De hecho, mueren autor y don Quijote juntos.

La obra: Novela con un título seductor, que a los que somos lectores de Cervantes, y hemos leído su obra cumbre, El Quijote, nos entra rápidamente y nos crea curiosidad. El autor imita durante toda la obra, la forma de expresión del Quijote, estando impreso de ese sentido del humor burlesco y camuflado del que está lleno el original.

Como en D. Quijote de la Mancha, aparece constantemente el costumbrismo, pudiéndonos hacer perfectamente idea de la forma de vivir del S. XVII, de los oficios que se ejercían, de como eran los duelos, el estrato social, la economía, la cultura etc., etc., plano de las casas, comidas...

Las descripciones son dignas de tener en cuenta, aunque de nuevo tenemos que repetir que toma la refrencia magnífica y única del libro madre, que está presente en todo el desarrollo del escrito.

El recorrido que hacemos por el pueblo de nuestro héroe, el cómo lo llegamos a sentir y vivir e incluso a apreciar sus olores, merecen citarse. Por supuesto, y como quiso Cervantes, el nombre del lugar no aprece en ningún momento, aunque sí datos hasta de su estructura urbanística, que sigue el modelo medieval, como no podía ser de otro modo.

El tema que se trata y que igualmente utilizó Cervantes para escribir su gran obra, el de los "caballeros andantes". Indudable es la intención que tuvo su autor, que consistió en la revalorización de las novelas caballerescas, ya en desuso en esa época, pero que con la publicación del libro y su extensión, por la imprenta, aumentó la afición por el tema y se extendió por toda Europa.

En realidad, el libro se puede dividir en dos partes: la 1ª parte, hasta el capítulo 13, no es más que una explicación razonada del porqué de algunas de las acciones quijotescas. Cada una que trata lleva añadida una explicación racional y razonable, una especie  de "justificación lógica", pero, quizás perdiendo de vista el momento histórico en que se escribió el original, por lo que en muchas ocasiones, está fuera de lugar, o de su propio contexto.

Esta 1ª parte es una especie de crónica resumida del original D. Quijote de la Mancha.

La repetición de las historias comentadas ( de hecho en el capítulo 6º sabemos lo mismo que en el 1º de las circunstancias y gente que rodearon a D. Quijote en su adios a este mundo) hace el relato excesivamente lento y tedioso.

Echo de menos la constante utilización de los refranes en el personaje de Sancho. Sí se citan, tanto en él como en otros personajes que aparecen, todos amigos y familiares del Hidalgo, pero no quedan resaltados y singularizados como debieran, ya que son una de las características de la obra original.

Otra característica es que Trapiello es el narrador de la historia que nos cuenta: él narra lo que otros, Cide Hamete o Cervantes, han contado de D. Quijote.

En cuanto a la 2ª parte, ésta empieza en el capítulo 14ª. Aquí empieza la que se puede considerar la propia novela. Lo nuevo, lo que Trapiello crea basándose en lo ya escrito. Nuevo argumento y personajes que empiezan a actuar con entidad propia y que con su voluntad, hacen camino para llegar a un desenlace independiente totalmente de lo que escribió Cervantes.

Quizás Trapiello, con esta segunda parte, pretende llenar el espacio que Cide hamete o Cervantes dejaron al contar sólo los hechos memorables quijotesco, haciéndonos ver que quienes rodearon a este ser especial, eran seres corrientes, con sus vidas, sentires y pensares, en los que él influyó mucho, pero que al irse, tomaron sus propias decisiones y siguieron viviendo su día a día con la normalidad de seres corrientes.

Personajes: El tratamiento de los personajes, en este libro, considero que es fundamental. Empezaremos por el protagonista, que por otro lado, es el inexistente. Sólo aparece en el recuerdo del resto que le rodea:

-Don Quijote: Ser dual. Confuso en ocasiones y clarividente en otras, pero contradictorio siempre: " Era nada y nadie y mucho". También, y como algo normal, dicen que en España, era envidiado, y en su pueblo, nada valorado hasta después de muerto, que publican sus hazañas. Para la mayoría era un "loco". Trapiello, sin embargo, nos resume y hace dar cuenta de la gran enseñanza de este hombre extraño: acertaremos siempre que con razón o sin ella, nos pongamos del lado del más débil para defenderlo y luchar por él y por su causa. Y esto, reconozcámoslo, sigue imperando en nuestros días, cuando hacemos de "quijotes", que es precisamente luchar por los perdedores y salir la mayoría de las veces, sin victoria y aplastados por el fuerte.

La humanidad que nos trasladan sus acciones son otra de sus enseñanzas. Lo lamentable, es que para ser así, para ocuparse y preocuparse por el de al lado, haya que ser uno, "un loco". O ser así considerado por el resto. Quizas, el autor de esta novela, lo que ha pretendido con ella, sea precisamente, homenajear a los "quijotes" de este mundo, que por desgracia para todos existen en muy poca cantidad. También, de ahí viene el afán de don Quijote por pasar a la posteridad: la fama. Que a uno se le recuerde por este tipo de acciones y comportamientos.

El apodo que acompañaba al nombre del loco D. Quijote era: Alonso Quijano "El Bueno", lo que nos da la catadura de su forma de ser y conducta. La locura de D. Quijote era su bondad. Aparte de estos dones, nuestro hidalgo era un hombre de gran cultura. Y en la 2º parte de la novela, vemos la transformación de un Sancho zafiote, en un ser culto y meditativo. Otro matiz del comportamiento quijotesco puede ser que, como con los años, uno descubre que la vida se le ha ido, él no quiere hacerlo sin haber vivido su juventud, ya perdida y enmascarada en el caballero andante.

-Sancho Panza: Personaje sencillo y elemental, pero lleno de buen criterio y sentido común. Viene a ser el "pepito grillo", que dice las verdades, aunque en muchas ocasiones no gusten  a quienes  las oyen. Además se olvidan por ser de uso corriente.

Sancho es el hombre práctico, pero a la vez fiel y leal a su amo, cuyas enseñanzas intenta poner en práctica, incluso cuando ya nos ha abandonado. De ahí, el cambio en la forma de concebir la vida, el afán por la cultura y el canto a la libertad ( su marcha a America con la sobrina y Sansón Carrasco). Y  sobretodo el idealismo, que fué la mayor heencia que le dejó su amo y maestro.

Conclusión: Obra muy trabajada, pero de la que yo esperaba más originalidad. Se me ha hecho pesada y me ha decepcionado. La considero mediocre.