VALENCIA PLAZA. Si de algo se enorgullece AirBNB es de sostener la economía de cientos de miles de personas alrededor del mundo. Así se encargó de transmitirlo este martes Jeroen Merchiers, director general en España y Portugal de la startup, en la presentación de la programación de VIT Emprende en el Ateneo Mercantil de Valencia. Para quien no conozca esta empresa nacida en San Francisco (California), se trata de un marketplace que facilita la comunicación de particulares que quieren alquilar un alojamiento para una estancia corta con viajeros que desean alquilarlos, ofreciendo la posibilidad a los usuarios de descubrir y reservar alojamientos únicos.

"Lo más normal son casas en la ciudad, apartamentos, pero luego también hay otros espacios como casas árbol, castillos, barcos o casas cueva", apuntaba Merchiers.  Para ellos sus clientes tienen dos roles definidos, por un lado el viajero y por el otro el anfitrión. Este último, sobre todo en el sur de Europa, donde la crisis es más fuerte, introducen su alojamiento en la plataforma para ganar algo más de dinero a fin de mes aunque asegura que otros lo hacen por razones sociales como practicar idiomas o enseñar a viajeros la ciudad donde viven.

Insistió en que lo que vende AirBNB es una experiencia. "Los viajeros buscan algo único, vivir experiencias en las ciudades a través de los demás". Sin embargo, entre sus principales potencialidades se encuentra el pertenecer a la economía colaborativa. "Actualmente nuestra forma de consumir no es sostenible y hasta ahora estábamos en una época de híper consumo, donde todo el mundo quería tener todo y cuanto más nuevo mejor", destacaba Merchiers.

Sin embargo, apuntaba a un cambio de paradigma en el que no se habla de propiedad, sino de acceso, de hacer un uso más eficiente de lo que tenemos."A los sectores a los que no ha llegado el consumo colaborativo llegará", apuntaba.  Se trata de eliminar los intermediarios y de que la marca del siglo pasado de paso a la reputación como identificación de garantía  de una persona. "Esto se puede llegar a monetizar ya que una persona con una mayor reputación puede cobrar más por un mismo espacio al tener más marca", apunta.  Unas valoraciones que ahora incluyen la mayoría de startups  con este modelo.

Según explicaba Merchiers, AirBNB nación por casualidad. Dos de los tres socios querían ser emprendedores y estaban trabajando en su empresa, pero pensaron que estaban demasiado cómodos. Por eso dejaron el trabajo para tener 24 horas para pensar en la idea que iba a cambiar el mundo.  Sin embargo al tercer mes el dinero no les llegaba para el alquiler. Los tres fundadores son diseñadores y había una Feria de diseño en San Francisco lo que provocó que se llenaran todos los alojamientos.

"Pensaron en alquilar alguna cama hinchable del salón, el sofá y darles el desayuno como un valor añadido", explica Merchiers. De ahí surgió el nombre, 'Air Bed and Breakfast'.  "Hay  que empezar pequeño",  apuntó. Se dieron cuenta de que la idea gustaba e intentaron replicarlo.  A partir de ahí aseguraba que los primeros tres años fueron muy complicados.

"Decir a un inversor que las personas abren las puertas de su casa a desconocidos y a viajeros que pueden no saber el mismo idioma pero que ya se entenderá de alguna forma es díficl", apuntaba. Aún así fueron persistentes y siguieron insistiendo hasta que la idea empezó a hacerse realidad en 2008, y en 2009 entraron a un programa de la prestigiosa aceleradora Y Combinator que les permitió enfocar su negocio a nivel de cliente y ese fue el momento donde todo empezó a encajar.

"HAY QUE SER CREATIVOS PARA CONSEGUIR LAS METAS"

A finales de 2011 empezaron con su expansión internacional. "Asthon Kutcher nos invirtio, y él tiene uno de los modelos de negocio más fuertes del mundo: 21 millones de followers a los que hace tres tweets y triplica el valor de nuestra startup", apuntaba. Marchiers también insistió en la necesidad de ser creativos para conseguir tus metas.  Sin embargo al principio no tenían clientes y tenían que sobrevivir. Por eso decidieron vender cajas de cereales en la época  de elecciones de Estados Unidos.

Diseñaron ediciones limitadas de cereales de Obama y McCain que vendían a 40 dólares. "Luego quiénes las compraron las acabaron revendiendo en Ebay por 500 dólares", bromeaba Merchiers. Esta iniciativa les permitió conseguir 20.000 dólares y aparecer en prime time en la CNN. En su estancia en la aceleradora se centraron en sus clientes potenciales, que estaban en Nueva York, ciudad en la que estuvieron 6 meses conociendo a los anfitriones.